Todo ser humano, por más grande y talentoso que sea, alguna vez ha tenido un día malo y perdido. El genial cubano José R. Capablanca luego de 8 años de no conocer la derrota, tuvo que inclinar su Rey ante Richard Reti. Pero esto no es motivo para desanimarnos, al contrario, otro campeón mundial como Garry Kasparov, nos mostró cual debería ser nuestra actitud: Luego de una derrota, volvía con mucho más fuerza y prácticamente destrozaba al rival.
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