Garry Kasparov escribió un libro titulado "Cómo la vida imita al Ajedrez" y muchas personas hacen esa misma comparación con frecuencia, yo mismo lo hago casi cada día al escribir bajo el título de "En la vida y el Ajedrez", siempre intento sacar lecciones de los dos campos para provecho propio y de los amigos. Uno de los rasgos más fuertes, es sin dudas la toma de decisiones constantes, uno decide y debe acatar las consecuencias de su elección, para bien o para mal. En el Ajedrez podemos tener revancha, quizá en la vida no. Sin embargo, estamos obligados a hacerlo, jugada a jugada o día a día y tienen que ser las mejores.
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